Una familia joven. Estoy seguro que los papás no pasan de 30 años y el niño de cinco o seis. Justo cuando terminó la función y los tres iban bajando las gradas del cine, cuando el niño le dice de lo más emocionado a su mamá:
– ¡Mamá, cuando sea grande quiero ser el Hombre Maravilla! *Seguido del movimiento de brazos cruzados característico de la Mujer Maravilla*
A la mamá se le saltaron los ojos, como que si su hijo le dijo algo totalmente prohibido. Ella contundentemente le contestó con un:
– ¡No mi amor! Para eso está Superman, como él sí podés ser.
No les miento. Esto pasó en frente de mi al salir del cine en mi segunda vez viendo Wonder Woman.
Yo desde niño he sido fan de los personajes femeninos fuertes y me recuerdo bien de lo mucho que me fascinaba la Mujer Maravilla que salía en la caricatura que daban todos los días de La Liga de la Justicia. Y sumémosle que mi mamá me hizo fan de la serie de los 70s donde Linda Carter se convirtió en todo un ícono.
Les cuento esto como antesala a que yo siempre quise una película de ella, pero de verdad mis expectativas bajaron cuando supe que Gal Gadot fue la elegida para ser Wonder Woman en el mundo cinematográfico de DC Comics.
Simplemente mis expectativas eran nulas porque yo quería un personaje como el cómic: Aquella amazona de cuerpower bárbaro, con cabello largo oscuro, ojos azulísimos y piel blanca. Lo demás no me importaba.
Pero Wonder Woman me calló totalmente la boca.
Y es que de eso justamente se trata el legado de la Mujer Maravilla… En revolucionar lo que se cree que es lo correcto.
No fue necesario sexualizar o sacar partido de la coquetería o físico de una mujer, para representarla como una guerrera totalmente fuerte y capaz.
Y eso es de agradecer a Patty Jenkins, la directora de la película. Supo darle el valor merecidoa un personaje que siempre fue considerado un sex symbol más allá de sus habilidades.
También es de destacar el apoyo que se dan las Amazonas entre ellas, que actualmente es bien difícil de encontrar. Por muy cliché que sea pero esto siempre será cierto: Las mujeres juntas hacen más que separadas.
Al final del día el mayor enemigo de una mujer es otra mujer y no el machismo o pensamientos retrógradas.
La manera en que el feminismo se introdujo en la trama fue impecable. No se trató de un feminismo enfermo y competitivo contra los hombres. A pesar que la protagonista es una mujer, nunca se da a entender que las mujeres son el sexo más fuerte o más inteligente. Al contrario, Diana siempre sacó lo mejor de cada uno de sus compañeros para así hacerlos más fuertes y valientes, aun siendo ella totalmente superior fisicamente. Un feminismo sano y real.
Sí bien es cierto que es un papel ficticio y no una verdadera historia de tantas mujeres fuertes que hay en el mundo, este personaje llega en un momento totalmente necesario en nuestra sociedad.
Y solo una producción de Hollywood con ese presupuesto y alcance global puede este tipo de mensaje a todos… Principalmente a los niños que son puro copy-paste de estos héroes.
Niñas que pueden aspirar a ser poderosas sin saber que nada las puede limitar y ya no ser la típica princesa inútil, para así ser alguien en este mundo.
Niños que admiren y sobretodo respeten a una mujer fuerte, que lleguen a saber que su opinión nunca va a estar ni sobre ni bajo la de una mujer… Sino iguales.
Indudablemente es mi nueva película favorita de este género. La amé.
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Hasta la próxima,
Gabo